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Los documentos hebreos del AMGi

¿Cuántos hay y cómo son?

El Archivo Municipal de Girona (AMGi) custodia más de un centenar de fragmentos de documentos en papel, y en menor medida en pergamino, escritos con caracteres hebreos.

¿Cómo se hallaron?

Las tareas de preservación de los fondos documentales del AMGi permitieron recuperar 141 fragmentos de documentos escritos en escritura hebrea que habían quedado en las cubiertas de varios libros de ápocas del Consejo de la ciudad de los siglos XIV i XV.

El hallazgo tuvo lugar en el año 1987. En 1989 los fragmentos se presentaron en una exposición en Nueva York y el rabino M. Mitchell Serels, profesor de la Yeshiva University, realizó un primer estudio.

¿Cómo se conservaron?

Son fragmentos o documentos no administrativos aprovechados por los encuadernadores, oficio que solían ejercer los judíos, como material barato para rellenar y dar consistencia a las cubiertas de los libros.

En otros archivos también se han encontrado documentos en el interior de libros datados después del decreto de expulsión de 1492. En estos casos, es posible que los documentos quedaran olvidados en las casas que los judíos malvendieron o en las mesas que abandonaron los escribanos y fueran reutilizados posteriormente, muy probablemente por encuadernadores de origen converso.

¿De qué tratan?

Son, principalmente, fragmentos de comentarios religiosos, tratados médicos o farmacéuticos y libros de cuentas. Algunos fragmentos provienen de un mismo documento. Este es el caso de 67 fragmentos, la procedencia de los cuales ha sido identificada; pero desafortunadamente se trata de documentos incompletos.

¿Cómo están escritos?

Son documentos escritos en catalán aljamiado, es decir, catalán escrito con el alfabeto hebreo o alefato.

¿Cómo los preserva el AMGi?

Los fragmentos de estos documentos han sido instalados en 90 contenedores especiales hechos a medida (housings) con materiales neutros, que garantizan su preservación y, al mismo tiempo, facilitan su consulta. Paralelamente, se ha procedido a su descripción y digitalización para su consulta pública. La catalogación actual se basa en un primer análisis de identificación de los fragmentos realizada por Irene Llop Jordana.