Se encuentra en:   El Museo  >  Exposición principal

Piedras con nombre: la colección lapidaria

Las inscripciones hebreas constituyen un elemento que hace visible un mundo actualmente desaparecido, poblado de gente que ya no está y de la cual a menudo sólo conservamos el nombre. El recordado Jordi Casanovas, especialista en las inscripciones hebreas, afirmaba que las piedras son un elemento catalizador de la memoria y, aunque parezca que son poco explícitas, en realidad dicen muchas cosas. Como dijo el profeta Habacuc (siglo VII aC): «Porque la piedra clamará desde el muro y la tabla del enmaderado le responderá».

Las lápidas procedentes del cementerio judío tienen inscritos nombres de mujeres y de hombres que formaron parte de la comunidad judía de Girona entre los siglos XII y XV. La lectura de estos nombres, conjugada con la investigación de Irene Llop en los documentos de los archivos de la ciudad, ha permitido conocer detalles de las historias de vida de aquellas y de aquellos que fueron enterrados en Montjuïc. Las piedras evocan a Dolça, de la familia de los Ravaia; Salomó Cabrit, de un antiguo linaje de médicos; Estelina, que tenía joyas de plata y una de las fortunas del barrio; Salomó, el hijo del rabino Jucef ben Teca, quien murió a los veintidós años; Jucef, el niño encantador cuya muerte prematura debió romper el corazón de sus padres; Caravida, un rico prohombre que pudo haber sido médico o mercader. Los epitafios refieren linajes destacados: Aninai, Astruc, Cabrit, Caravida, Des Mercadal, Ravaia, Salem y Saporta. Estas piedras guardan como un preciado tesoro, a través de los nombres de la gente del call, la memoria judía de Girona.

La colección completa la forman 29 lápidas o fragmentos con inscripciones hebreas como a epitafios. En este recurso que os presentamos no hay todas las lápidas, puesto que hemos centrado la investigación en aquellas que llevan inscrito un nombre: este es el hilo que nos ha permitido llegar a algunos detalles de la vida de las personas a las que las lápidas estaban dedicadas.

Dolça (... Abraba)lia. Primera mitad del siglo XIV

La «señora» Dolça lleva un nombre muy habitual entre las judías catalanas medievales. Estaba casada o era viuda, pero no podemos asegurar taxativamente que Abrabalia sea el nombre de su marido. Si la hipótesis fuera correcta, formaría parte de la familia Ravaia (Abrabalia en hebreo), la más destacada de toda la Girona judía. Esta poderosa familia se instaló en Cataluña en el siglo XIII procedente de Castilla. Entre las mujeres de la familia Ravaia se cuenta también una Bonafilla, hija de Astruc Ravaia, que en 1283 ejercía de prestamista sin necesitar, aparentemente, ningún referente masculino en el ejercicio de esta profesión.

Esposa o hija de Salomó Cabrit. Siglos XIV-XV

Salomó Cabrit podría ser el judío de Perpiñán con posesiones en Girona documentado a finales del siglo XIV, pero no tenemos ningún dato biográfico sobre su esposa o hija. Salomó, que murió en 1395, era hijo de Mossé Cabrit, judío de Banyoles, y como mínimo tenía dos hermanos: Abraham Cabrit (judío de Girona a partir de 1375, fallecido ya en 1391, el miembro de la familia de quien tenemos más documentación, sobre todo crediticia; sabemos que él y sus descendientes vivían en la judería gerundense) y Asmíes Cabrit (casado con Tolrana, judíos de Perpiñán). En 1372, Salomó Cabrit entregó a su hermano Abraham todos los derechos que pudiera tener sobre la casa que había pertenecido a su difunto padre, situada en el barrio judío de Girona. Esta casa se encontraría dentro del sector del conjunto de casas de la desaparecida calle que llegaba hasta la actual plazoleta del Institut Vell, según un documento de 1296 que menciona la casa de Mossé Cabrit.

Estelina, hija de Astruc Cohen. 1411

Estelina era la hija de Astruc Cohen. El hecho de nombrar al padre y no al marido nos lleva a pensar que la muchacha pudo haber fallecido siendo joven. El padre es denominado nasí (príncipe), título de los prohombres de la comunidad judía. Efectivamente, se trata de uno de los personajes más influyentes de la judería entre 1386 y 1415. Según la relación de los regidores previstos en las ordinaciones de 1386 y 1391, Astruc Cohen ejerció como adjunto el tercer año, y se cuenta entre los nuevos consejeros de la reforma de 1391. Ya con anterioridad a 1391, su nombre se encuentra en la documentación en hebreo, entre los contribuyentes de la aljama, y también tenía una actividad crediticia. Después de los ataques de 1391, estuvo entre los recluidos en la Torre Gironella. A principios del siglo XV, la reina nombró doce regidores para satisfacer una antigua pensión a los herederos del caballero Joan Janer, entre los cuales estaba Astruc Cohen (año 1408) pero en la citación del año siguiente no fue requerido. La última noticia del padre de Estelina es del año 1415. Aquel año se hicieron inventarios de libros con el fin de secuestrar los ejemplares del Talmud y Astruc aparece como regidor con motivo de la presentación de los inventarios. Por tanto, Estelina formaba parte de la élite judía de Girona, y quizás viviera los ataques de 1391 y la decadencia posterior de la comunidad judía. Tras su muerte y en un contexto de declive, la familia continuó en el judaísmo.

Meirona, casada. Primer cuarto del siglo XV

Meirona es un diminutivo muy común entre las mujeres judías catalanas medievales, pero los datos de la lápida son insuficientes para poderla identificar.

Astruga?, esposa de Mossé Astruc. Primer cuarto del siglo XV

Solamente conservamos la inicial del nombre, que podría ser el de Astruga, ya que era la mujer de Mossé Astruc. Poco antes de los ataques de 1391, él aparece como uno de los nuevos dirigentes de la aljama. Tras el asalto, Mossé Astruc se cuenta entre los recluidos en la Torre Gironella, y continuó en el judaísmo. Su nombre figura en la lista de los que presentaron inventarios de libros en 1415, y sabemos el número de volúmenes que tenía entonces: treinta y dos (sólo cinco personas tenían un número superior de volúmenes). Mossé Astruc tenía una hermana, Ester, que se bautizó cristiana con el nombre de Joana y se casó con Pere Joan, converso (antes Mossé Cabrit, hijo y heredero de Abraham Cabrit, que era hermano de Salomó Cabrit). El 9 de agosto de 1395, Joana, Pere y Puigvert d'Agramunt vendieron una casa en propiedad en el barrio judío a Mossé Astruc y a su mujer Dolça. Y en 1417 este matrimonio vendió una casa en la judería a Pere de Berguedá, prepósito de la Pía Almoina de la Catedral. En documentos de 1415 y 1416 también se menciona un patio que Mossé Astruc había vendido a la aljama. Esta lápida abre muchos interrogantes, puesto que el nombre de mujer que en ella aparece no coincide con el que nos aporta la documentación de los archivos.

Regina, viuda de Salomó Salem. Mediados del siglo XV

No se han localizado datos de Regina. Sabemos que era viuda porque el epitafio dice «Tengan su parte en el Jardín del Edén», haciendo referencia a los dos miembros de la pareja. Así como el nombre Salem no aparece en la documentación gerundense, sí está presente el de Salom: Salomó Salom fue un judío de la segunda mitad del siglo XIV, anterior a 1391; su nombre aparece en un cuaderno de papel donde se anotaban los pagos que se realizaban a cuenta del impuesto llamado ayuda.

Estelina, viuda de Bonastruc Jucef. Mediados del siglo XV

Estelina es la única de las mujeres registradas que aparece mencionada en solitario en la documentación. No conocemos datos de su propia familia, pero se casó con un importante judío de Girona, Bonastruc Jucef. El marido tuvo un papel importante en la organización de la aljama a principios del siglo XV, por designación de la reina, y era también un importante prestamista. En el año 1412 el marido de Estelina retuvo contra su voluntad, no sabemos por qué motivo, una muchacha conversa llamada Elionor. En el pago del impuesto denominado talla de 1426, Bonastruc Jucef contribuyó con 30 sueldos y 6 dineros (5,5% del total recaudado). Se trata de una cantidad bastante importante, y sólo cinco personas pagaron más que aquella familia. Después de la muerte de Bonastruc Jucef, el ejecutor de su testamento y administrador de su fortuna fue Benvenist Samuel, quien probablemente era su yerno y aparece en Girona de 1434 hasta 1462, actuando como un cacique dentro de la comunidad. De los treinta contribuyentes de la aljama de Girona en el impuesto de la talla de cien sueldos del año 1450, el principal pagador era Benvenist Samuel (con 78 dineros, el 6,5% del total) y la primera mujer (cuarta del total) era su suegra Estelina, viuda de Bonastruc Jucef (con 66 dineros, un 5,5% de todo el impuesto). Poco después, en el año 1458, el inventario del cuchillero Pere Riera, que vivía en la calle de las Ballesterías, revela que Estelina, judía, tenía una correa de plata con una hebilla de cabezas doradas, con catorce paneles de plata dorados, un brazalete de plata y dos cucharas, también de plata. No podemos asegurar que se trate de la misma persona, pero existe la probabilidad.

Salomó, hijo de Jucef ben Teca. 1198

Esta es la lápida más antigua y la única de toda la colección que nos indica la edad del difunto: veintidós años. Se trata del inteligente, encantador y elegido Salomó, hijo de Jucef ben Teca. Lamentablemente, desconocemos su biografía. Su epitafio comienza diciendo «Entonaré llantos, lamentos y elegías por la madre y los hermanos», hecho que podría indicar que estos serían los familiares vivos más próximos y que, por lo tanto, su padre ya estaría muerto y él todavía no habría formado una familia propia.

Issac. 1210

Issac es uno de los nombres más usuales entre los judíos medievales: en el siglo XIII se han documentado, sólo en Girona, cincuenta y siete hombres judíos con este nombre.

Salomó, hijo de Jafudà Des Mer(...?). 1289

No hemos podido identificar esta persona ya que Salomó es un nombre habitual y el nombre del padre no se conserva completo. Sin embargo, todo parece indicar que podría tratarse de la familia Des Mercadell, bien documentada en Girona a lo largo del siglo XIV.

Hanoc, hijo de Saltell Saporta. 1312

No hemos encontrado documentación sobre esta persona. A principios del siglo XIV en Girona se documentan un Hanoc de Castelló, un Hanoc Condom y un Hanoc Cundranya, pero ningún Hanoc Saporta. El padre del difunto transmite un apellido, Saporta, muy antiguo en Girona. Con diferentes variantes (Porta, Saporta, ça Porta). Diversos hombres del linaje actuaron como secretarios y hombres destacados de la aljama, pero si hay un miembro destacado de la familia es Bonastruc ça Porta, Mossé ben Nahmán, la autoridad talmúdica más importante del siglo XIII. Por otro lado, en el año 1305, un judío barcelonés de nombre Saltell de Porta, hijo de Vidal de Porta, vendió a dos cristianos un censo anual sobre una parcela de tierra situada en la montaña de Girona.

Jucef, hijo de Baruc Abrabalia. 1324

No se han podido documentar ni el padre ni el hijo. El nombre Abravalia es la forma hebrea de Ravalla, Ravaia o Ravaya. Esta familia, procedente de Castilla, se estableció en Girona y en Castelló d'Empúries; después se extendieron por distintas localidades catalanas. Consiguieron tener mucho poder no sólo en la comunidad de Girona, sino también en la corte real. Los miembros más destacados lograron grandes cuotas de poder en el siglo XIII: Astruc Ravaia fue nombrado baile de Girona, exento de contribuir; su hijo Jucef fue baile real en Besalú y en Girona, administrador del patrimonio real, consejero del rey y primer tesorero real; su hermano Mossé fue baile general de Cataluña, colector del bovaje y vendedor de rentas reales. En el siglo XIV se registran diversos miembros de la familia Ravaia relacionados con las casas que poseían en la judería de Girona. Abraham Ravaia tenía casa en la calle de la Força, y los dirigentes de la ciudad (denominados jurats) le compraron piedra para ser utilizada en las obras de la muralla. Astruc Caravida había comprado las casas de Issac Ravaia (con los derechos de luz, carga, agua y un patio); su viuda las donó a sus hijas Bonafilla y Ester, que las vendieron a Bonastruc Vidal. Poco después, los jurats de la ciudad las hicieron derribar.

Jessúa, hijo de Sésset. Primera mitad del siglo XIV

Sésset es un nombre frecuente entre los judíos de Girona, pero en Girona no se ha encontrado documentación sobre ningún Jessúa hijo de Sésset o Yehoshúa ben Shéshet.

Jucef, hijo de Jacob. Segunda mitad del siglo XIV

Seguramente Jucef, uno de los nombres más habituales entre los judíos medievales gerundenses, era sólo un niño en el momento de su muerte. El epitafio lo confirmaría, con las palabras «joven de delicias». No hay más referencia a su familia que la del nombre del padre, Rabí Jacob, que no se ha podido identificar en la documentación de los archivos.

Caravida. Siglos XIV-XV

El primer individuo con este nombre en Girona aparece documentado en 1227, en un préstamo. El prenombre Astruc en miembros de esta familia está presente, como mínimo, en cuatro generaciones consecutivas, y probablemente se reservaría para el hijo primogénito. A finales del siglo XIII, los Caravida también se encontraban en Besalú, Manresa, Vilafranca y Vic. En Girona, uno de los personajes más destacados de esta familia fue Astruc Caravida, padre de Ester, quien a mediados del siglo XIV protagonizó un divorcio muy conflictivo (casada con David Bonjorn de Barri, de Colliure, consiguió finalmente el divorcio de su marido sólo después de robarle libros e instrumentos científicos en 1337; Jacob ben David Bonjorn, autor de las célebres tablas astronómicas, era hijo de Ester y nieto de Astruc Caravida). En el año 1347 el testamento de Astruc instituía un legado benéfico para la limosnería de la judería (heqdeix). A partir de su muerte, la familia inició un período de decadencia, y ya no recuperaría el prestigio y el poder de la etapa anterior. Algunos miembros de la familia, como Salomó Caravida, eran médicos, y otros intervinieron en la organización de la comunidad actuando como secretarios de la aljama. Caravida también se ha registrado como prenombre: Caravida Ravaia, Caravida Saporta, Caravida Caracosa, todos ellos miembros de familias importantes de la sociedad judía de Girona y, muy posiblemente, hijos de mujeres de la familia Caravida.

Ardut. Segunda mitad del siglo XIV

Este pequeño fragmento de lápida no ha permitido identificar a la persona. El nombre Ardut no se menciona en Girona, ni en los documentos hebreos ni en los que están en latín. No obstante, en Huesca (Aragón), hay toda una familia de médicos llamados Avinardut, o Ibn Ardut, entre los siglos XIV y XV.

David, hijo de Jucef. Siglo XV

No disponemos de datos suficientes para identificar a David Jucef, o David hijo de Jucef, en un período tan dilatado como todo el siglo XV.

Rubén, hijo de Haninai. 1343

Esta es la única lápida del Museo procedente de Castelló d'Empúries; lamentablemente no se ha podido identificar al difunto. Haninai podría corresponder al nombre Aninai/Aninay/Avinai, familia que conseguiría tener una gran importancia en la Girona del siglo XV. Muy probablemente esta familia debía tener ramificaciones en las poblaciones próximas y dentro de su área de influencia.

Patronat Call de GironaAjuntament de Girona

© 2024 Patronat Call de Girona  |  Contacto  |  Accesibilidad