Boletín
 
NÚMERO 10  Carrer de la Força, 8 - 17004 GIRONA - Tel.: 972 216 761 Fax: 972 216 761 INVIERNO 2007
 
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Editorial
Presentación - Sr. Joaquim Nadal
Recopilación
Curso de formación para guías de turismo HERENCIA JUDÍA Y MUSULMANA DE CATALUÑA
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  EDITORIAL
   
Presentación - Sr. Joaquim Nadal
 

La inauguración hace pocas semanas de las últimas salas del Museo de Historia de los Judíos completa un proceso gradual, largo, de recuperación de la memoria de la comunidad judía de Girona. Se trataba de transformar el viejo edificio del call en un centro de conocimiento y de cultura dedicado al mismo call, a la aljama y a la herencia religiosa, cultural y social de los judíos entre nosotros.

 Este proceso, que ha consistido en la transformación de Isaac el Cec, el centro recuperado por Josep Tarrés, en un nuevo centro cultural no siempre ha sido bien interpretado por la ciudad, que en algún momento consideró la transformación una pérdida para la oferta lúdica del barrio viejo. Pero conviene, ahora, recordar que se trataba de una auténtica operación de salvación económica, de integración y recuperación patrimonial, de rehabilitación arquitectónica y de reivindicación cultural.

 Culmina así, un proyecto cultural que encajaba en el discurso más global de una ciudad que ha querido hacer de la historia, del patrimonio y de la herencia cultural un signo de identidad. Por eso tuvo todo el sentido del mundo definir el Centro Bonastruc ça Porta, que tenía que acoger, como ahora lo hace, el Museo de Historia de los Judíos y el Instituto de Estudios Nahmànides con su biblioteca especializada. Este proceso gradual ha permitido la recuperación del fondo, la adquisición de patrimonio, la recepción de donaciones y el hecho crucial del convenio con la Generalitat para establecer en el Museo el depósito de las lápidas hebreas de la ciudad, que han pasado a ser el nervio central del discurso museográfico de un Museo de una cultura tan espiritual que no ha dejado vestigios materiales, excepto los relacionados con la vida y la muerte, y la documentación vinculada a la actividad económica de la comunidad. La herencia doctrinal, espiritual, filosófica y religiosa, ha viajado con la diáspora y ha acompañado el peregrinaje de un pueblo por todo el mundo. Pero en este peregrinaje, Girona es ahora un hito y una referencia que consigue integrar, en un discurso coherente, la diversidad de sus patrimonios y de sus tradiciones.

 Empieza una etapa de menos arquitectura y de más perseverancia y continuidad. Ahora es cuando se puede construir una sólida política y madura para crear una tradición de conocimiento alrededor del Instituto, de la biblioteca, del museo y de las colecciones de judaica que dependen de este.

 Celebremos y disfrutemos este paso definitivo de consolidación, valoremos positivamente y constructivamente lo que hemos conseguido y dispongámonos a trabajar para el futuro.

 Joaquim Nadal

 Consejero de Política Territorial y Obras Públicas